lunes, 14 de marzo de 2011

Y de nuevo con el 2012!!

Estos últimos días, con tanta tragedia en otros países, y con este efecto de tsunami en nuestras costas que venía de tan lejos, una vez más mis niños me están preguntando acerca del 2012; que si es cierto lo que dicen que se acaba el mundo... o no...

Es muy duro para una madre, y me imagino cómo será para muchas, tener que estar dando siempre explicaciones acerca de cómo la Tierra, nuestra única casa por el momento, sufre constantes cambios y lo hace desde su nacimiento hace millones de años.

Mis hijos son muy pequeños aún para grandes explicaciones, a causa de su limitada capacidad de pensamiento pues aún están a un nivel muy concreto y no han alcanzado un nivel de pensamiento abstracto.

Trato de que comprendan que la Tierra existe mucho antes de nuestra aparición en la historia del planeta, que sólo somos una anécdota en miles y miles de años, y que como tal, la Tierra ha cambiado en temperaturas, en geografía, etc. y sigue aquí, sigue girando en nuestro sistema solar, como parte de una galaxia en un tremendo universo.

Me ayudo con películas infantiles que han visto, pero no es suficiente, a ellos les preocupa el hoy, y para ellos la Tierra esta siendo agresiva con nuestra especie.

Los abrazo y los beso en un afán de calmar su angustia, pero sin duda ellos se dan cuenta que yo no tengo todas las respuestas.

Nos ayuda nuestra Fé, nuestra firme creencia de que hay un Dios que nos cuida y tiene un plan para cada ser humano, para cada hombre y mujer en este planeta, y que Él, sólo Él sabe cuando se va a acabar nuestro mundo, porque sí es cierto que nuestro sol, así como todas las cosas, tiene también una fecha de expiración, o sea, se va a apagar.

Y la gracia es no pensar en lo que no podemos evitar, si no pensar en lo que podemos construir.

Les hago pensar en lo difícil que era imaginar la posibilidad de conquistar un nuevo mundo en la época de Cristóbal Colón  y fue posible, estaba ahí, sólo había que tener Fé y buscar los medios para alcanzar esas nuevas tierras, que por cierto, no las andaban buscando.

Nuestros hijos son seres del futuro, y creo que ellos deben tener la fuerza y la esperanza, la imaginación, para creer que se pueden conquistasr nuevas estrellas.

Y mientras buscamos los medios, mientras buscamos los caminos, mientras trabajamos en esas nuevas rutas. Debemos aceptar las condiciones que han estado desde mucho antes que naciéramos como especie en este planeta, debemos entender que a cada región le tocan sus "ajustes", a nosotros nos tocan los terremotos, a otros les tocan los huracanes y los tornados.

No hay maldad en las acciones de la Tierra, así como la lluvia no busca botar los huevos de los pajaritos de sus nidos, la Tierra no está buscando que nosotros desaparezcamos.

Cuando me hablan del 2012, les cuento que hubo un 1000 y un 2000 que se esperaron con mucho temor  y sin embargo aquí estamos. Les cuento que las fechas son sólo acuerdos que tenemos algunas personas, pero que por ejemplo los chinos están en otro año porque cuentan primaveras desde hace muchísimo más tiempo.

Y así trato de calmar lo que hasta a mí me angustia cuando salen tantos "profetas falsos" anunciando el fin del mundo.

La verdad es que no puedo culpar a los niños por ponerse ansiosos con tal terrible idea, pues me basta ver a muchos adultos que por estos días andan igual de preocupados. Me gustaría encontrar más apoyo en tranquilizar, en volver a dar Fé y esperanza.

Ojalá el cine se volcara a hacer películas que muestren más al ser humano como seres de luz y paz que alcanzan nuevas estrellas, y no como a hormigas a las que se les viene encima su hogar, o que somos invadidos y asesinados por miles de extraterrestres, o que encontramos nuestro final en una gran explosión nuclear.

Como siempre, el secreto del crecimento, es guiar nuestras visiones de nosostros mismos hacia lo que queremos, hacia lo que nos es correctamente deseable, en pensar en un futuro como mejor podríamos imaginarlo. Ayudemos a nuestros niños en ese camino, centremos ese rumbo en sus cabezas, buscar juntos trabajar cada día en hacer de éste un mundo mejor.