viernes, 23 de diciembre de 2011

Para Compartir: Lanzan campaña para promover los vínculos entre padres e hijos durante las vacaciones

Este es un artículo un poco antiguo del sitio de Icarito. Sin embargo encuentro que son ideas vigentes y muy útiles de tener presentes para esta época del año, en que tenemos a nuestros niños de vacaciones en casa.

El artículo dice así:

"Mi verano es mejor en familia" se llama la campaña lanzada por Fundación Integra y que pretende promover los vínculos afectivos entre padres e hijos durante las vacaciones.

Para ello, la campaña busca orientar a los padres respecto de las múltiples actividades que pueden desarrollar junto a sus hijos y plantea la importancia de valorar el verano como una instancia para compartir, lo que muchas veces no ocurre durante el año.

A juicio de Sergio Domínguez, director ejecutivo de la fundación, "las vacaciones permiten crear experiencias únicas, que finalmente se transforman en significativos recuerdos en la adultez. Es fundamental que los padres sientan que en su cotidianidad pueden ofrecer instancias de entretención y aprendizaje, no sólo yendo a la playa o al campo".

La campaña incluye volantes informativos e información disponible en municipalidades, consultorios e instituciones que organicen panoramas familiares.

La fundación, además, entrega algunas claves para los padres extraídas de las apreciaciones de los niños:

- Llévame a actividades entretenidas como el cine, teatro, danza, exposiciones o ferias, así conoceré el arte y la cultura.

- Cuéntame un cuento, cantemos, recitemos, bailemos, pintemos, ¡me encanta usar mi imaginación y aprender jugando!

- Trátame con cariño, tu sonrisa y dedicación me hace sentir querido y protegido.

- Cuídame en todo momento, especialmente en piscinas, lugares públicos y en toda situación que pueda representar un peligro para mí.

- Invítame a conocer la naturaleza, a hacer actividades al aire libre, y no olvides llevar bloqueador para protegernos del sol.

Espero poder poner en práctica más de alguna de estas sugerencias.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Para Compartir: 10 Cosas que explicaría a cualquier niño sobre el uso de Internet y sus riesgos

Como siempre, navegando por la Red, me encontré este artículo muy interesante para tener presente, más ahora que los niños están de vacaciones y con más tiempo para ocupar el computador; y por esto lo quise compartir.
El artículo está en el Blog de Marcelino Madrigal y dice así:

Estos son 10 cosas que yo le he explicado a mi hija, de 11 años, tal cual, sobre Internet. Las escribo aquí por si ayudan a algunos padres a explicarles a sus hijos de qué va esto de Internet y hacer que tengan conciencia de los riesgos más comunes, sin alarmarlos. Obvio cosas como los horarios, que los ordenadores estén en un sitio común de la casa para que los adultos veamos que hacen, etc.

Es simplemente las cosas en las que hago hincapié cuando mi hija navega por la red. Y obviamente hablo de niños pequeños, aunque creo que todo el mundo debería saberlas.

Como veréis intento huir de tecnicismos y alarmas. Simplemente hablo con mi hija, e intento explicarme de la forma más natural posible. A mí me ha funcionado. Espero que a vosotros también.

1 Internet es un sitio donde puedes encontrar muchas cosas. Las hay muy buenas y divertidas, pero también las hay malas.

2 Los amigos son la gente que tú conoces en tu colegio, en el parque o tu familia. En Internet se llama amigos a cualquier persona que se comunique contigo, pero en realidad en muchos casos no lo son, porque no te conocen.

3 Hay veces que las personas mayores se hacen pasar por niños, y los niños por mayores.

4 Si alguien te pregunta cosas como dónde vives, si tienes teléfono, o quiere que le envíes fotos, poner la webcam o que quedes con él o ella, avisa a papa o mama. Eso déjalo para tus amigos verdaderos, a los que conozcas en persona.

5 Nunca aceptes cosas que te envíen desconocidos o amigos y no hayas pedido tú primero. Algunas veces pueden estropear el ordenador y hay gente que manda cosas que no son buenas.

6 No pongas fotos tuyas o de tus amigos, ni dónde vives, ni tú número de teléfono. Tus amigos lo saben, o te lo pueden pedir en persona.

7 No insultes a nadie, ni lo molestes, ni lo amenaces. Siempre se puede saber quien escribió o puso fotos en Internet y sabrán que has sido tú.

8 Si alguien te insulta, te molesta o te amenaza, avisa a tus padres para que no lo vuelvan a hacer.

9 Si estás buscando algo en Internet y te encuentras cosas que no son para niños avisa a tus padres. No te de vergüenza, ni miedo, porque ocurre algunas veces hasta a los mayores.

10 No todo lo que veas en Internet, como tampoco lo que ves en la tele, es verdad

Sobre todo no olvides que siempre que tengas una duda pregunta a tus padres. Ellos te lo explicarán y te ayudarán. Después de todo somos los que más queremos que disfrutes de Internet y no tengas problemas al usarlo.


El link del articulo original desde donde lo copié es http://www.mmadrigal.com/10-cosas-que-explicaria-a-cualquier-nino-sobre-el-uso-de-internet-y-sus-riesgos/.
Felicitaciones al autor y gracias por compartir estas ideas en la Red que son de tanta ayuda para nosotros los padres.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los padres no podemos renunciar a nuestro rol formador


A raíz de muchos eventos que me tocó vivir este año, quedé preocupada al ver lo desorientados que están nuestros niños y jóvenes en relación, no a lo que quieren, sino al cómo manejarse para alcanzar sus metas y objetivos, y básicamente porque nadie ha estado ahí para enseñarles.

Siento que en particular, muchos padres justifican el abandono en que mantienen a sus hijos, con la propia necesidad que tienen de que estos desarrollen autonomía; porque no quieren o no pueden hacerse cargo.

Porque muy distinto es enseñar a los jóvenes a valerse por sí mismos, a hacer sus cosas solos, al hecho de dejarlos sin un consejo, un apoyo, una guía, ya que muy a mi parecer, no tienen los grados de autonomía necesarios ni a los 15 ni a los 16, y muchos ni siquiera a los 21 años para optar y luego hacerse cargo de las consecuencias que sus actos conllevan.

Lo podemos ver constantemente en las noticias; los altos indices de embarazo adolescente, los accidentes fatales después de las fiestas, la drogadicción, y hasta en cosas menos graves pero igualmente significativas, como la expulsión de un colegio por no rendir lo necesario, haber incurrido en faltas graves de conducta hacia profesores o directivos, incluso hacia compañeros, etc.

Me desconcierta cuando uno en un deseo de aportar, ya que alcanza a vislumbrar ciertas posibles consecuencias negativas, invita a esos padres a hacer algo, a tomar las riendas, a imponerse como autoridad sobre sus hijos, y sin embargo, estos se molestan y le gritan a uno que no se meta porque ellos reconocen en sus niños un “pensamiento autónomo” y que no tienen ya nada que decir ni que hacer con esos “seres maravillosos” que son sus hijos.

Lastima que esas maravillas cuando se meten en problemas, y están con el agua hasta el cuello, no saben que hacer y se desesperan. Ahí aparecen esos papás, antes siempre ausentes, para prestarles ropa, esconderlos bajo sus alas para protegerlos del malvado mundo exterior que no viene más que a cobrar aquello que le corresponde (paternidad, rehabilitación, asumir una cancelación de matricula, etc.) Es curioso, siempre los malos siguen siendo “los otros”.

Al ver tanto dolor cuando ya nada se puede hacer más que asumir, me cuesta pensar en por qué no se prefiere evitar estas situaciones siendo más papás.

Es necesario entender que nuestros hijos están llenos de amigos, buenos y malos, pero que padres sólo tienen dos, y ojalá sean buenos, pero no tienen más.

Que pena si se enojan porque no les dimos permiso para alguna actividad, pero primero los permisos se ganan con confianza, con respeto, con una historia de responder maduramente y responsablemente.

Que pena si nos dejan de hablar porque les quitamos privilegios si han bajado su rendimiento escolar. Más adelante serán capaces de entender que pueden perder un trabajo, con el que sostienen quizás a su familia, si bajan su rendimiento laboral.

Es difícil jugar a la bruja, al malo de la película, porque a uno le encanta que los niños nos digan que nos quieren, que somos maravillosos. Pero si realmente queremos ser los verdaderos “héroes” en las vidas de nuestros hijos, sepamos esconder la capa y marquemos claramente los límites.

Si al final, nuestros hijos, niños y jóvenes, deben entender que lo que buscamos para ellos es evitarles sufrimientos. Por ellos, nuestra autoridad debe basarse en la confianza, en la seguridad que los estamos formando para un mundo que no siempre les va a mostrar su mejor cara.

Por eso me encanta ver a papás que resisten las críticas, y siguen imponiéndose con mucho cariño, como autoridad creíble, sobre sus niños y adolescentes. Que los van a buscar a las fiestas, aunque no sea a la puerta, pero que saben como salieron del lugar. Que el conversar es una práctica tan habitual en la casa que no hay espacio para el “no tener idea” en lo que andan. Que la cultura familiar albergue a la cultura de los amigos, y que no sean enemigas. Que la jerarquía no sea sólo un medio para ejercer el poder, si no más bien un tener claro en quiénes nos apoyamos, cuales son los pilares.

Y tantas otras formas de NO renunciar a nuestro rol formador como padres.