jueves, 9 de diciembre de 2010

Navidad y Delincuencia



Estamos acercándonos a una de las fechas más hermosas del Año, en la que esperamos celebrar en familia, con alegría y emoción, el Nacimiento de Jesús.


Es una fecha para celebrar la suerte de estar juntos, de tenernos los unos a los otros y eso debería bastar como regalo. Debería ser suficiente el amor que nos brindamos, el saber que contamos con el cariño de los que nos rodean y que nos regalan sonrisas, abrazos y mucho muchísimo amor.


Sin embargo, la Navidad se convierte en una suerte de competencia por quién consigue el regalo más caro y más impactante... cuando la sencillez, ...la humildad, fue lo que marcó ese bello nacimiento en el Portal de Belén.


Y como si este correr y correr detrás de miles de regalos no fuera suficiente, hay "otros" que corren y corren pero detrás de nuestras billeteras y de nuestras tarjetas.


La delincuencia aumenta tanto, que me llega a dar miedo salir a comprar.


En estos últimos días me he enterado de muchos casos de personas que han sido robadas, uno de ellos penosamente muy cercano; y ahí uno da gracias que los bancos aún respondan, y que existan los seguros ante el robo de tarjeta y de clave!!.


Puedo parecer paranoica cuando digito mi clave o pinpass... pero me importa un rábano si la persona que está detrás mío se ofende por cómo cubro mis numeritos... pero es que uno nunca sabe. Es tan cierto eso de que uno ve cara pero no corazones.


El punto es que cada año parece ponerse peor el tema. Y me da una rabia y una impotencia enorme pensar en que a "esta gente" le importa nada arruinar la navidad de otro... porque da la idea (y puede que no esté equivocada) que jamás los pillan y se ríen de lo fácil que es apropiarse de lo que otros se han ganado con tanto trabajo y esfuerzo.


Que pena pensar en que una vez más la Navidad va perdiendo su magia, y hay situaciones que la van convirtiendo en uno de los peores y más detestados períodos del año. Ya no sólo por las aglomeraciones, por los locos desesperados por comprar, por no encontrar estacionamientos en los supermercados, por los endeudamientos sobredimensionados, por las listas kilométricas de los niños a Santa, por los llantos de frustración si no llegó ese regalo tan esperado, en fin... tantas cosas desagradables a las que más encima se le suman el tener que andar asustados y paranoicos porque cualquiera puede estar queriendo hacer su "Navidad" a costa nuestra.


Tal como dije el año pasado... POR FAVOR recuperemos el verdadero sentido de la Navidad.

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