lunes, 16 de noviembre de 2009

Espérame un ratito

Esta es una frase que solemos decir a los niños; cuando estamos conversando con otra persona, hablando por teléfono, viendo una película (generalmente aparecen justo cuando está terminando), etc. Lo que no sabemos es si ellos entienden estas simples tres palabras. La verdad, es que nos damos cuenta que no, porque generalmente insisten en que les prestemos nuestra atención.

El concepto temporal, es decir como entendemos y percibimos el paso del tiempo, es un concepto que se instala de a poco en la mente de los niños. Para ellos el ordenar un antes y un después no es fácil, deben experimentar una serie de situaciones antes de ser capaces de estructurar una línea del tiempo.

En este sentido hay un montón de frases que a nuestros hijos menores de 4 años, les son absolutamente incomprensibles. Por ejemplo, decirles algo como “tienes 10 minutos” para hacer tal cosa, nos hará creer que es un niño terriblemente desobediente, cuando después de 20 y hasta 30 minutos, no han movido ni un pelo. Pero la verdad es que para el, 10 minutos vale tanto como una hora o tres, o lo que sea… no significa nada en su mente.

Por ejemplo, cuando les decimos cosas como “vamos a llegar tarde”, tampoco les es comprensible; para ellos se llega cuando se llega… ¿cómo eso puede ser tarde?

Esto se debe a que los niños de estas edades viven en el presente, en el ahora. Les es muy difícil dimensionar una realidad que no está, “lo que será” no existe para ellos.

Sólo a partir de los cuatro años comienzan a manejar palabras como pasado, presente y futuro. Recién entienden ideas como “actividades de la mañana” y las “de la tarde”. Gracias a la rutina que les hemos impuesto (ojalá sea así), son capaces de ordenar un antes y un después, lo que hice, lo que debo hacer ahora y lo que haré más tarde. Mientras más claro y fijo sea este orden, mejor.

Es bueno en esta edades, de los 2 a los 4 años, relacionar hora y actividad, incluso las personas que participan de esa actividad. Por ejemplo “en la noche mamá me pone el pijama”.

Hay muchas canciones que nos ayudan a desarrollar el concepto del tiempo en nuestros hijos. Canciones para la hora del baño, de comer, de dormir, etc. Todas estas maneras de fijar una idea de lo que viene, ayuda al niño y a la niña a saber qué y cuánto esperar.

Esto es muy útil cuando están ansiosos porque les hemos prometido que vamos a hacer una actividad con ellos y nos atormentan con el tradicional… ¡¿Cuándo?! Si conocen la rutina diaria podemos decirles… “después de levantarnos” o “después de comer”, etc.

En fin, es asombroso ver como a medida que van creciendo van siendo capaces de entender lo que es un año… esperan con ansias las vacaciones, saben organizar sus actividades; aunque siempre parece que se olvidan de dejar tiempo para el estudio…

Me parece muy importante aclarar, que sólo recién entre los 8 y 9 años son capaces de entender lo que es la puntualidad y trabajar ésta como un valor. Recién a esta edad comienzan a adquirir mayor responsabilidad en relación al tiempo. Sin embargo, será sólo después de los 10 años que un niño va a ser capaz de manejar los tiempos históricos, e insertar su propio tiempo personal en él.

Es tan increíble como se apoderan del manejo del tiempo, que son ellos los que nos apuran cuando saben que pueden llegar tarde, ya sea a un partido o a un cumpleaños. Y cuando les pedimos que hagan algo, que cumplan con alguna obligación, nos es común escuchar “en un minuto voy” (que pueden ser 10 o más… aquí, les aseguro, ya no es por falta de desarrollo del concepto).

Como podemos ver, es un camino largo el que se recorre desde que el niño vive sólo el segundo, hasta que es capaz de entender un pasado, un presente y un futuro.

Hoy en día, donde todo parece ocurrir tan rápido, no es extraño que nos confundamos. Incluso nosotros los adultos parece que en muchas ocasiones perdemos la noción del tiempo.

Entonces, antes de decirles a nuestros niños “espérame un ratito”, sería bueno ver de qué porte es ese niño y si nosotros estamos claros de cuánto va a durar ese “ratito”.


4 comentarios:

  1. La mayoría de nosotros no tenemos claro cuando es el momento que los niños llegan a entender el concepto del tiempo .... ¿cuantos gritos y retos nos/les ahorrariamos con un poco mas de conocimiento de estas cosas "simples"?...
    ...gracias por el aporte...

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  2. Pregunta. ¿El entendimiento del concepto de "tiempo" por parte de los niños, se ha adelantado? Es decir, están internalizandolo más "chicos" que antes? Hablo por caso cercanos, con un manejo temporal clarísimo desde muy pequeña (2-3 años)

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  3. En relación a si se ha adelantado, al igual como muchos otros desarrollos, se pueden ver algunos casos más precoces que otros. Todo va en la estimulación. Las rutinas claras y los horarios bien establecidos (a algunos padres les funciona mejor que a otros) ayudan mucho a desarrolar una noción de tiempo en los niños.
    En los jardines infantiles se pone gran hincapié a contenidos como los días de la semana, las estaciones del año, ayer y hoy y trabajan secuencias temporales, pero la mayoría viene a comprender estos contenidos alrededor de los 4 años, ese es el promedio.
    La incorporación del reloj casi como un juguete en la vida diaria para los más pequeños, también nos ha ayudado a adelantar este concepto. Recuerdo que antes los relojes eran objetos que merecían un extremo cuidado y responsabilidad, en especial los que eran a cuerda. Hoy son a pila, sumergibles, golpeables, etc. ...lástima que no son "imperdibles".

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  4. Chivi... super interesante, no tenía idea de que antes de los cuatro años los enanos no entienden el concepto del tiempo. Sergio tiene razón, uno se ahorraría muchas peleas inútiles si supiera un poco más de todo esto. Así que a seguir leyéndote no más!!!

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