lunes, 30 de noviembre de 2009

Amor por los libros



El amor por la lectura se desarrolla desde una edad muy temprana, antes incluso que los niños sean capaces de dar vuelta las páginas de un libro por sí mismos.

Hay una gran variedad de alternativas para los prelectores. Me refiero a simples libros de imágenes, llenos de colores y algunos hasta con texturas para desarrollar el sentido del tacto.

No hay que temer a que los niños destruyan los libros, piensen que es más terrible destruir el desarrollo de un niño por la falta de libros. Esta es una frase mía, no la encontré en ninguna otra parte; y la dice una madre que ha pasado muchas horas con un scotch en la mano reparando hojas, pegando tapas, etc.

Además, la mayoría de los libros para preescolares son de tapa dura. Los hay también de plástico que pueden acompañar al niño o niña en la hora del baño, especialmente cuando lo asocian a un momento tranquilo y para relajarse.

Los que más me gustan son aquellos interactivos. Están los que traen un juguete para acompañar la lectura, otros traen bolsillos que se abren y estimulan la curiosidad, están los que hacen sonido cuando se presionan, los con pictogramas que son palabras y dibujos que permiten leer en conjunto con los niños (uno lee las palabras y el niño los dibujos)… son muy estimulantes.

Otras lecturas entretenidas son las rimas, y los poemas en rima, porque al leerlos es agradable al oído de los niños, en la medida que son armoniosos como una verdadera melodía. Esto les ayuda a memorizarlos, igual que canciones, y al leérselos una y otra vez terminan por aprenderlos.

La posibilidad que tenemos como padres de acompañar a nuestros hijos con un libro es maravillosa y nunca deberíamos desperdiciarla. Lamentablemente, no siempre contamos con el tiempo suficiente para sentarnos a disfrutar un libro con ellos.

Pero me gustaría contarles las ventajas de la lectura temprana, a ver si se animan y se esfuerzan un poquito más en leerles a los pequeños, ya que éstas son muchas y muy importantes para su futuro.

Primero que nada, se ha visto que la lectura enriquece al niño en el desarrollo de todos los aspectos de su personalidad. En su área cognitiva, emocional y social.

Además, la lectura despierta en los niños la imaginación. Al leerles, ellos pueden viajar a lugares lejanos, conocer personajes interesantes que cobran vida en sus mentes y que después pueden llevar a sus actividades diarias (dibujos, trabajos manuales, cuentos, juego, etc.)

Junto con esto, les ayuda a aumentar su vocabulario. Es notable la diferencia entre un niño que ha tenido acceso a una gran cantidad y variedad de libros, de uno que no ha tenido esta posibilidad. Y no sólo en lo que se refiere al vocabulario del día a día, sino también al bajo repertorio de su vocabulario emocional. Les cuesta expresarse a través de las palabras, no encuentran la manera de transmitir sus ideas y/o sentimientos. Es terrible cuando escuchamos a un niño hablar de “la cosa de la cuestión, que no sé como se llama”…

También podemos observar que cuando les leemos a nuestros niños, y lo hacemos de manera entretenida, ellos potencian su capacidad para escuchar; una capacidad que a veces se pierde cuando están acostumbrados a ser sólo ellos los que hablan y “cuentan sus cuentos”. Y como si esto fuera poco, aumentan también su capacidad de atención, es decir, la capacidad para mantenerse interesados en un estímulo, en este caso, un libro.

Otro punto que me parece muy importante, es que la lectura favorece la expresión de emociones y sentimientos. Los niños al leer, o al escuchar un relato, son capaces de emocionarse, de conectarse y expresar lo que sienten, e incluso relacionar los eventos de un libro con experiencias propias, a través de identificar y relacionar sentimientos entre ambos.

Y por último, que mejor que los niños ocupen su tiempo en un ocio creativo y constructivo como es el leer. Cuantas veces sienten que no tienen nada que hacer para entretenerse; en esos momentos podemos ofrecerles la compañía de un buen libro. Y por favor, si los vemos leyendo, no les insinuemos que no están haciendo nada…

Los invito a estrechar sus lazos con sus hijos, fortalecer el vínculo a través de una rica lectura. Hay muchos libros, muchos autores, es sólo cosa de buscar algo entretenido, emotivo, significativo a la propia historia de cada familia y disfrutar de un bello momento para atesorar junto a sus niños.

Como pueden apreciar, los libros están llenos de beneficios …para todos!. He mencionado sólo algunos ya que estoy segura se me escapan muchos otros.
Este es un tema que sin duda volveré a tocar, pues para mí el que los niños se conviertan en grandes lectores, es una tarea fundamental para el desarrollo de Grandes Seres Humanos.








1 comentario: